Volviendo al punto anterior, el ejemplo muestra que la inteligencia emocional es determinante para mantener unas relaciones interpersonales sanas. Cuando somos capaces de gestionar adecuadamente nuestras emociones, aceptamos tanto las emociones positivas como las negativas, entendiendo y regulando nuestro comportamiento. Por ejemplo, este aspecto nos puede ayudar a no tomar https://www.youtube.com/shorts/x1zeQ-wAtRA